El sistema inmunitario normalmente protege al cuerpo, pero en la Esclerosis Múltiple ataca a la mielina de las células nerviosas (neuronas) por error. Los nervios se extienden a lo largo de todo el cuerpo, así que la Esclerosis Múltiple puede manifestarse en muchas partes del organismo y hacerlo de maneras muy diferentes.

No todos los síntomas aparecen en todas las personas, ni lo hacen con la misma intensidad. Este es el motivo por el que se presenta en cada persona de forma distinta (es heterogénea) y se suele llamar “la enfermedad de las mil caras”.

La mayoría de los casos se diagnostican en personas que tienen entre 20 y 40 años de edad (precisamente cuando están diseñando su plan de vida) pero también puede aparecer en niños, adolescentes y ancianos.

Se puede confundir la Esclerosis Múltiple con otras enfermedades neurodegenerativas (Parkinson, Alzheimer…) u otras patologías como arterosclerosis, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), osteoporosis múltiple, neuromielitis óptica, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, etc.

Nadie sabe con certeza la causa de la Esclerosis Múltiple, pero todo parece indicar que su aparición se debe a una combinación de genes y algunos factores del entono y estilo de vida.

Conviene que la persona con EM tenga en cuenta los aspectos “modificables” que pueden influir en su EM para lograr una gestión adecuada de la EM y prevenir el empeoramiento, y lograr la mejor calidad de vida posible.

No es mortal, pero al igual que ocurre con otras enfermedades crónicas, la esperanza de vida se puede reducir ligeramente debido a complicaciones que podrían aparecer (infecciones respiratorias, urinarias, etc.). Por este motivo es importante una buena atención y seguimiento médicos.

Fuente: Dr. Adrián Guillen/Consultor y auditor médico para empresas de seguros/ Especialidad Medicina General.