Prevención del Sida

El VIH se contagia a través del contacto con la sangre o con las secreciones sexuales (como el semen y los fluidos vaginales), normalmente durante el sexo vaginal y anal. Por eso, la única forma de estar 100% seguros de evitar el contagio es no tener sexo vaginal o anal.

– Vía sexual: Se previene con el uso del preservativo de manera correcta y consistente, es decir, durante toda la relación sexual ya sea vaginal, anal u oral. Cualquier otro método anticonceptivo no previene el VIH.

– Vía sanguínea: Se previene evitando el contacto con sangre. Para eso, es necesario no
intercambiar o compartir agujas ni jeringas. En el caso de que se consuman drogas de manera inyectable, usar una nueva jeringa cada vez. También se sugiere controlar que todo procedimiento que incluya algún corte o punción (pinchazo) sea realizado con material descartable o esterilizado, como es el caso del dentista, manicura, tatuajes o prácticas médicas. Por último, evitar el contacto con sangre o utilizar guantes de látex.

– Vía perinatal o vertical: Se previene controlando los embarazos. Se recomienda que toda mujer embarazada se realice el análisis de VIH durante el primer trimestre. Si el resultado es positivo, se debe comenzar el tratamiento, seguir las indicaciones médicas y suspender la lactancia materna. Así, las posibilidades de transmitir el virus al bebé son casi nulas. Es recomendable que la pareja también se realice el test, en el caso que sea positivo usen preservativo para evitar la infección de la persona embarazada y su posterior transmisión al bebé.

Síntomas

Los signos tempranos del VIH pueden presentarse como síntomas similares a
los de la gripe. Estos pueden incluir:

  • Dolor de cabeza, fiebre baja, cansancio, ganglios linfáticos inflamados, dolor de garganta aftas, erupciones, dolor articular y muscular, úlceras en la boca, úlceras en los genitales, sudores nocturnos y diarrea.

Los síntomas que indican que el VIH pudo haber avanzado a etapa 3 incluyen:

  • Fiebres altas, escalofríos y sudores nocturnos, erupciones, problemas respiratorios, tos persistente, pérdida de peso severa, manchas blancas en la boca, llagas en los genitales, fatiga regular neumonía y problemas de memoria.

Diagnóstico

El diagnóstico se hace a través de un análisis de sangre sencillo que cualquier médico puede solicitar. La prueba se puede realizar pidiéndola al médico de cabecera, en los centros de prevención de enfermedades de transmisión sexual o en cualquier consulta de cualquier médico. También se realiza en algunas farmacias o en ONG. La prueba se puede pedir de rutina, por precaución, para hacerse una revisión o cuando se tiene algún problema de salud que puede ser debido al VIH.