El cáncer de próstata se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer fuera de control. La próstata es una glándula que sólo tienen los hombres. Esta glándula produce parte del líquido que conforma el semen.

La próstata está debajo de la vejiga (el órgano hueco donde se almacena la orina) y delante del recto (la última parte de los intestinos). Justo detrás de la próstata se encuentran las glándulas llamadas vesículas seminales, las cuales producen la mayor parte del líquido del semen. La uretra, que es el conducto que transporta la orina y el semen fuera del cuerpo a través del pene, pasa por el centro de la próstata.

El tamaño de la próstata puede cambiar a medida que el hombre envejece. En los hombres más jóvenes, la próstata es del tamaño aproximado de una nuez.  Sin embargo, puede ser mucho más grande en hombres de más edad.

Factores de riesgo

  • Edad: El riesgo de cáncer de próstata aumenta con la edad, especialmente después de los 50 años. Más del 80 % de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en hombres de 65 años o más. Los pacientes de edad avanzada que reciben un diagnóstico de cáncer de próstata pueden enfrentar desafíos únicos, especialmente en relación con el tratamiento del cáncer.
  • Raza/origen étnico: Los hombres de raza negra presentan un mayor riesgo de cáncer de próstata que los de raza blanca. También tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata a una edad más temprana y de tener tumores más agresivos, de crecimiento rápido. Se desconocen los motivos exactos de estas diferencias, los cuales pueden estar vinculados con factores genéticos, socioeconómicos o de otros tipos. Los hombres hispanos tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de próstata y de morir por la enfermedad que los hombres no hispanos.
  • Antecedentes familiares: El cáncer de próstata que se hereda en una familia, denominado cáncer de próstata familiar, ocurre aproximadamente el 20 % de las veces. Este tipo de cáncer de próstata se desarrolla debido a una combinación de genes compartidos y factores ambientales o del estilo de vida compartidos.
  • Hábitos alimenticios: Ningún estudio ha comprobado que la alimentación y la nutrición puedan causar o prevenir, en forma directa, el desarrollo del cáncer de próstata. Sin embargo, muchos estudios que analizan las relaciones entre determinadas conductas alimenticias y el cáncer indican que quizás exista un vínculo. Por ejemplo, la obesidad está asociada como muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer de próstata; por ello, se recomienda una dieta sana para evitar aumentar de peso.